lunes, 28 de junio de 2010
Jardines Wigginsia Depressa
sábado, 19 de junio de 2010
Flor ERASE UNA VEZ UN REY QUE TENIA UN JARDÍN DE ROSAS
Érase un rey que tenia un jardín de rosas, un rey poderosísimo que se llamaba Midas. Era el rey de los frigios un pueblo que vivió en Europa aunque muchos años después se trasladarían a la actual Turquía. Este rey vivió hace muchísimos años, tantos, que sumaron siglos y ya nadie se acuerda si su jardín estaba en Macedonia o en Anatólia. De lo que si se tiene noticias era que el hermoso jardín tenia rosas de sesenta pétalos que era admiración de propios y extraños y que el rey se sentía muy orgullosos de él.
El caso es que Silenos, a veces, acudía a su jardín. Silenos era era un personaje que acompañaba al dios Dioniso. Se parecía a los sátiros pero era mucho más viejo, panzudo y le gustaba mucho el vino. Midas tenia ganas de hablar con él pero Silenos era escurridizo y no había manera de lograrlo.
Midas, que en contra de las leyendas que después hicieron correr sobre él era inteligente, le tendió una trampa a Silenos. Mezcló mucho vino en el agua de la fuente a la que acudía a beber y consiguió que este se emborrachara, entonces los criados del rey lo llevaron a presencia del monarca quien después de atenderlo magníficamente y esperar a que se le pasara la embriaguez le preguntó sobre el sentido de la vida. Silenos no le quería responder pero por fin le dijo que los hombres más les valdría no haber nacido porque nunca iban a encontrar la felicidad.
Acabada la conversación el rey devolvió a Silenos al dios Dioniso quien en recompensa le concedió a Midas el deseo de que cuanto tocara se convirtiera en oro. En mala hora tuvo aquel deseo porque efectivamente todo lo que entraba en contacto con el rey se transformaba en el preciado metal y así también la comida ni la bebida no podía llegar a su boca. El rey moría de hambre y de tristeza. Al querer abrazarse a su hija esta también se convirtió en oro.
Ante el desespero del rey el Dios se apiadó y le dijo que si se bañaba en el río Pactolo la maldición desaparecería. Así lo hizo Midas y se vio libre del fatídico don, después recogió agua en una vasija y con ella mojó a su hija que volvió a la normalidad.
El rey aprendió la lección y se contentó con sus riquezas que ya eran muchas y cuentan que él y su hija volvieron a vivir y disfrutar de su hermoso jardín de rosas de sesenta pétalos.
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Los jardines ha inspirado leyendas y literatura por eso he querido recoger aquí una muy antigua de un rey muy rico que tenia uno y lo consideraba como una de sus mas preciadas posesiones.
martes, 15 de junio de 2010
Jardin Achiote
sábado, 12 de junio de 2010
Patio Genciana pneumonanthe L.
Es una planta que se cría en los pastizales húmedos de alta montaña, requiriendo un sustrato silíceo y apareciendo casi por toda la Península.
Concretamente la encontré junto a la anterior Campanuda herminii en Sierra Nevada, ( Puerto de la Ragua )
La gran variedad de morfologías con la que se puede presentar esta especie le hacen tener una complicada taxonomía, así que para Flora Iberica dentro del género Genciana se incluiría el subgénero Pneumonanthe el que englobaría a Genciana pneumonanthe , existiendo a su vez una gran variedad de subespecies o variedades recogidas algunas de ellas de forma provisional en el proyecto Flora Ibérica.
Así que debo reconocer que no me atrevo a seguir adelante en la identificación y nos quedamos en la especie Genciana pneumonanthe.News for Dr Alex Karev
jueves, 3 de junio de 2010
Hierbas Las Orquídeas en Bolivia
Los botánicos especialistas en esta familia no se ponen de acuerdo en cuanto al número de especies que existen en el planeta, pero consideran que este puede estar entre 25 mil y 35 mil. Todos concuerdan sin embargo, en que es la familia que cuenta con el mayor número de especies en el reino vegetal. Al mismo tiempo, está considerada como la familia más evolucionada dentro del reino vegetal.
Las orquídeas estan distribuidas en todo el planeta, desde la Siberia hasta la Tierra del Fuego, con excepción de los polos y lugares con alturas superiores a los 4.500 metros sobre el nivel del mar. Muchas son epífitas (crecen sobre otras plantas) y se las ve creciendo en bosques tropicales húmedos o en bosques secos o semi-desérticos del planeta. Muchas viven adheridas a las rocas de las laderas de montañas y una buena parte son terrestres, habiéndose adaptado a vivir tanto en los desiertos como en las sabanas inundadizas, en campos rupestres o en los valles montañosos.
Se las puede encontrar entre las ruinas arqueológicas de Roma, Tiahuanaco o Samaipata; a la vera de modernas carreteras o en un rincón poco visitado de algún parque urbano; las hay acuáticas y hasta existe una especie que prefiere vivir bajo la tierra y sólo aparece en la superficie cuando llega el momento de floración. Es importante saber que la mayor diversidad y número de especies se encuentran en los subtrópicos montañosos y húmedos de América del Sur.
No obstante la gran variedad de formas, tamaños, colores y hábitats que presentan, las orquídeas se distingen fácilmente de cualquier otra planta. Una flor típica de orquídea presenta tres sépalos,un dorsal y dos laterales y tres pétalos, uno de los cuales se encuentran modificado.Las semillas de las orquídeas son pequeñisas y livianas, fácilmente transportables por la más leve brisa. Pueden ser tan pequeñas que en un gramo de ellas se han contado, al microscopio, más de tres millones de semillas. Con esta profusión de semillas se podría pensar que nuestro planeta debería estar sobrepoblado de orquídeas.
Pero esto no ocurre por dos obstáculos: el primero es la extremada especialización que han desarrollado estas plantas para ser fecundadas, muchas de ellas necesitan recurrir a ingeniosos artificios para lograr una ploinización cruzadas que generalmente ocurre con la yuda de un determinado insecto. El segundo obstáculo deriva del hecho de que las semillas no almacenan los elementos nutritivos necesarios para su crecimiento, por lo que necesitan caer sobre un hongo llamado Mycorriza, que les proprociona el alimento para su desarrollo inicial. Aquéllas que no encuentran el hongo específico al aterrizar luego de haber sido llevadas por el viento, perecen.
Un concepto generalizado que se tiene de las orquídeas es la imagen de un hermoso y caro arreglo de flores grandes, lilas o blancas. Pero por detras de esta estrecha idea encontramos miles de especies que no se asemejan a ese concepto, superándolas, sin embargo, en belleza, colorido y extrañas formas. Géneros como Lepanthes, Pleurothallis, Stelis y Platyteles, entre otros, tienen encantadoras flores en miniatura que miden entre uno y diez milímetros de largo. En contraste, especies como Phragmipedium caudatum, de los Yungas de La Paz y Cochabamba, presentan pétalos alargados en forma de cintas que alcanzan los 75 centímetros de longitud, lo que le da el derecho de ser considerada la orquídea con flores más grandes que se conoce. Algunas orquídeas apenas alcanzan a medir unos pocos milímetros de tamaño y viven mimetizadas entre las grietas de viejos troncos. Otras, en cambio, como la fraganciosa vainilla, tiene los tallos adaptados para trepar por los árboles alcanzando, muchas veces, más de 30 metros de longitud. Algunas especies tiene ingeniosas trampas para atrapar temporalmente a sus polinizadores, como las especies del género Telipogon cuyas flores imitan tan bien la apariencia de ciertas abejas hembras que los machos- no sabemos si por ser tan similares a las auténticas o por aceptar de buena gana el engaño - las 'copulan' como a una hembra veradadera. De cualquier forma, la orquídea ha conseguido lo que buscaba: que le activen sus mecanismos de fecundación.
miércoles, 2 de junio de 2010
Patios LA PASIÓN DE ROUSSEAU POR LA BOTÁNICA
Apuntado queda en la lista de libros curiosos para leer.