¿Sabes como se llama esta flor... ?
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El clima atlántico u oceánico comprende desde las costas occidentales gallegas por toda la costa cantábrica y el sur de los pirineos. Es una franja entre 70 y 120km de ancha. Este territorio es barrido frecuentemente de oeste a este por frentes borrascosos que dejan muchas precipitaciones de agua o nieve. Como consecuencia los bosques son frondosos y el sotobosque es muy abundante y variado.
Estas son las precipitaciones medias anuales. Se aprecia la franja norte y oeste marcada en azul como la correspondiente al clima atlántico u oceánico.
La abundancia de agua determina el paisaje vegetal y animal
Las especies que más me gustan son las siguientes:
El haya: tolera mal el calor y exige frío y humedad y prefiere suelos calcáreos, tiene un crecimiento rápido, la madera es dura y de gran calidad, se emplea para la industria del mueble. Su área principal es la cordillera cantábrica y el pirineo navarro.
Aquí estoy intentando hacer un bosquecillo de hayas
El roble: no soporta veranos calurosos, pero tampoco tolera demasiada humedad y frío, por eso el robledal se da en una altura inferior al hayedo. Su madera es dura y se emplea en la construcción, muebles y barcos. El área más extensa es en Galicia y cordillera cantábrica.
Tengo varios prebonsai de roble que voy haciendo poco a poco porque el crecimiento es lento.
El abedul: Los abedules son árboles versátiles. La savia, la corteza, las hojas, la madera, las ramitas, y las raíces se utilizan para el alimento, materiales de construcción, tratamientos medicinales y otros usos prácticos.
Otras especies de esta zona son el fresno, el tilo, el olmo y el avellano. Otra característica de esta zona es la repoblación de grandes extensiones de pinos y eucaliptos. Son especies impuestas por el hombre para obtener madera, resina y celulosa para papel.
Abedul que tengo en maceta de prebonsai que crece a marchas forzadas.
Tengo también prebonsai de avellano, de arce campestre, de higuera, de tejos, de frutales como el manzano o melocotonero, etc., que también se dan en este clima de "alfombra verde". A medida que les vaya pasando a maceta les iré mostrando.
Para saber más del palo borracho:
http://www.arbolesornamentales.com/Chorisiaspeciosa.htm
http://www.arbolesornamentales.com/Chorisiainsignis.htm
http://hort.ufl.edu/trees/CHOSPEA.pdf (en inglés)http://trees.stanford.edu/ENCYC/CHOsp.htm (en inglés)
Ha estado sin ningún tipo de control y las raíces se han desarrollado en todas las direcciones posibles y en un grosor muy grande (esto no interesa si luego lo queremos para bonsái).
Como las especies caducifolias podemos transplantarlas haciendo un lavado total de raíces procedemos y vemos, sobre todo, lo grande que se ha hecho la raíz pivotante, la que hace que el árbol se enganche al suelo. Eso para bonsái no es operativo, ya que el cepellón deberá ser lo más plano posible por lo que hay que cortarla.
Fuera pivotante …. Un buen serrucho ayuda en la tarea.
Tras la poda de raíces grandes y las que crecen en direcciones no apropiadas (para abajo o para arriba) nos queda en árbol de la siguiente manera ……
Yo uso para las higueras una mezcla de turba y akadama al 50% pues quiero que el sustrato retenga algo de humedad y con más porcentaje de akadama no sería posible. Además tendría que estar regando con más frecuencia.
Interesa que las raíces se desarrollen creando un buen pan, por lo que nunca viene mal un poco de enraizante. También sellamos con pasta las posibles heridas de la poda.
Pasando dos alambre por debajo de los agujeros de drenaje de la maceta de entrenamiento fijamos el arbol para evitar que con el viento o movimientos bruscos las raíces sufran
Bien atados procedemos a echar el sustrato antes mostrado procurando que penetre bien entre las raices no quedando bolsas de aire que hagan que las raices puedan pudrirse. Un poco de musgo de adorno y para que retenga la humedad ……........…… y a esperar que dentro de muy poco ramifique ….
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La flor del ceibo es la flor nacional de la República Argentina. También denominada seibo, seíbo o bucaré, fue declarada flor nacional argentina por Decreto del Poder Ejecutivo Nacional Nº13.847/42, del 22 de diciembre de 1942. De ahí que el 22 de Noviembre se celebra el día de la Flor Nacional. También es la flor nacional de nuestro país vecino la República Oriental del Uruguay.
El Ceibo es un árbol originario de América, de la zona subtropical, no muy alto, de tronco retorcido, pertenece a la familia de las leguminosas, por lo que las semillas se guardan en vainas encorvadas. Sus flores son rojas, de un rojo carmín. Crece en las riberas del Paraná y del Río de La Plata, pero se lo puede hallar en zonas cercanas a ríos, lagos y zonas pantanosas a lo largo del país. La madera de ceibo es muy liviana y porosa, y se la utiliza para la construcción de balsas, colmenas, juguetes de aeromodelismo. Su presencia en parque y jardines argentinos, pone una nota de perfume y color. Y el admirador evita arrancar sus flores, debido a que sus ramas poseen una especie de aguijones.
Leyenda de la flor del ceibo
Según cuenta la leyenda la flor del ceibo nació cuando Anahí fue condenada a morir en la hoguera, después de un cruento combate entre su tribu y los guaraníes.
Por entre los árboles de la selva nativa corría Anahí. Conocía todos los rincones de la espesura, todos los pájaros que la poblaban, todas las flores. Amaba con pasión aquel suelo feraz, silvestre, que bañaban las aguas oscuras del río barroso. Y Anahí cantaba feliz en sus bosques, con una voz dulcísima, en tanto callaban los pájaros para escucharla. Subía al cielo la voz de la indiecita, y el rumor del río que iba a perderse en las islas hasta desembocar en el ancho estuario, la acompañaba. Nadie recordaba entonces que Anahí tenía un rostro poco agraciado, tanta era la belleza de su canto.
Pero un día resonó en la selva un rumor más violento que el del río, más poderoso que el de las cataratas que allá hacia el norte estremecían el aire. Retumbó en la espesura el ruido de las armas y hombres extraños de piel blanca remontaron las aguas y se internaron en la selva. La tribu de Anahí se defendió contra los invasores. Ella, junto a los suyos, luchó contra el más bravo. Nadie hubiera sospechado tanta fiereza en su cuerpecito moreno, tan pequeño. Vio caer a sus seres queridos y esto le dio fuerzas para seguir luchando, para tratar de impedir que aquellos extranjeros se adueñaran de su selva, de sus pájaros, de su río.
Un día, en el momento en que Anahí se disponía a volver a su refugio, fue apresada por dos soldados enemigos. Inútiles fueron sus esfuerzos por librarse aunque era ágil. La llevaron al campamento y la ataron a un poste, para impedir que huyera. Pero Anahí, con maña natural, rompió sus ligaduras, y valiéndose de la oscuridad de la noche, logró dar muerte al centinela.
Después intentó buscar un escondite entre sus árboles amados, pero no pudo llegar muy lejos. Sus enemigos la persiguieron y la pequeña Anahí volvió a caer en sus manos. La juzgaron con severidad: Anahí, culpable de haber matado a un soldado, debía morir en la hoguera. Y la sentencia se cumplió. La indiecita fue atada a un árbol de anchas hojas y a sus pies apilaron leña, a la que dieron fuego. las llamas subieron rápidamente envolviendo el tronco del árbol y el frágil cuerpo de Anahí, que pareció también una roja llamarada. Ante el asombro de los que contemplaban la escena, Anahí comenzó de pronto a cantar. Era como una invocación a su selva, a su tierra, a la que entregaba su corazón antes de morir. Su voz dulcísima estremeció a la noche, y la luz del nuevo día pareció responder a su llamado.
Con los primeros rayos del sol, se apagaron las llamas que envolvían Anahí. Entonces, los rudos soldados que la habían sentenciado quedaron mudos y paralizados. El cuerpo moreno de la indiecita se había transformado en un manojo de flores, rojas como las llamas que la envolvieron, hermosas como no había sido nunca la pequeña, maravillosas como su corazón apasionadamente enamorado de su tierra, adornando el árbol que la había sostenido.
Así nació el ceibo, la rara flor encarnada que ilumina los bosques de la mesopotamia argentina. La flor del ceibo que encarna el alma pura y altiva de una raza que ya no existe.
Para ampliar información:
www.ambiente.gov.ar/?idarticulo=680 -
Cómo preparar la tierra:
Cómo replantar el césped:
Antes de plantar lo primero que hay que hacer:
Plantación:
Aunque tenemos que tener en cuenta que si alambramos y no tenemos cuidado, en especies de rápido crecimiento como el arce, higuera, etc., el alambre se nos puede clavar en la rama con el consiguiente problema de estrangulamiento de sabia y las antiestéticas marcas en la madera. A veces es necesario colocar dos alambres porque la rama es gruesa o es de madera muy dura.
Un sistema que utilizaba antes para hacer bajar las ramas duras era el usar hilo de pescar para tensarlas y llevarlas a la posición que necesitaba. El hilo le pasaba por debajo de la maceta.
Y con un objeto duro (este tirafondo) giramos los alambres poco a poco hasta que unos se vayan enrollando en el otro. Esto hace que el alambre se vaya tensando poco a poco y baje la rama hasta donde deseemos bajarla. Es muy bueno y resistente, por ejemplo, el alambre que podemos encontrar dentro de los cables de antena de televisión.
La idea se aprecia aquí muy bien. Podemos ver un prebonsai con los alambres colocados pero sin tensar.
Y ahora con los alambres tensados con las ramas bajadas hasta donde nos interesa para que el árbol vaya siendo modelado a nuestro gusto.